¡DEJEN DE SER CÓMPLICES DE LOS ACOSADORES Y VIOLADORES!
El problema del acoso sexual está ligado a la condición de opresión que vive la mujer en la sociedad capitalista.
La sociedad basada en la gran propiedad privada de los medios de producción mantiene, por un lado, la existencia de clases sociales, la división entre explotadores y explotados en el capitalismo y, por otro lado, el problema histórico de la doble explotación de la mujer, doméstica y laboral.
La opresión y explotación de la mujer aparece con diversos matices que consideran a las mujeres como seres inferiores, como objetos sexuales, de exhibir sin la misma importancia que el varón. Una manifestación evidente de esta realidad es el acoso sexual, pero este fenómeno no puede ser abordado como una simple conducta interpersonal de hombre y mujer, sino como relación de manejo de poder.
En la vida laboral al ostentar el poder económico puede usarlo con sus obreras sacar provecho personal de tipo sexual, pero puede considerarse como acosador sexual un elemento que se encuentra en igualdad de condiciones materiales, el acosador sexual es quien usa elementos de poder para insinuar, intimidar, presionar y cometer actos de coerción sexual.
Las mujeres no sólo son víctimas de sus jefes sino de los prejuicios machistas de la sociedad, de dogmas religiosos que consideran a la mujer un ser pecaminoso y tentador de los instintos bajos de los hombres.
La universidad refleja a su interior la dinámica social de decadencia con determinadas particularidades, poseen el poder quienes manejan, la administración universitaria, los recursos materiales y los cargos, pero también, quienes manejan la nota de los estudiantes ciertos docentes convierten la nota en elemento coercitivo, de chantaje y acoso igual como el patrón usa su salario.
El acoso sexual, como parte de la doble explotación en último término, tiene origen en la existencia de la propiedad privada, desaparecerá definitivamente cuando se imponga la propiedad social, sin embargo, (régimen de igualdad social económica de hombre y mujer), en ese camino es importante reapuntalar la lucha por las reivindicaciones y la liberación de la mujer, en una sociedad y universidad que las denigra e impide su desarrollo pleno, generando instrumentos de defensa por eso se plantea el reglamento como un instrumento de defensa y lucha contra el atropello y acoso sexual al interior de la universidad.
¡BASTA DE SER CÓMPLICES DE LOS ACOSADORES!
!EXIGIMOS A LAS AUTORIDADES DESTITUCIÓN DE TODOS LOS ACOSADORES DE LA UMSS!
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