¡MUERA LA BURGUESÍA
VENDE-PATRIA!

Sus consecuencias más graves, además de las muertes
que deja a su paso, serán económicas y caerán sobre las espaldas escuálidas de
las mayorías explotadas y oprimidas del mundo entero. Esta es la ley fatal en
tanto existan explotados y explotadores.
La epidemia, es un fenómeno natural, no discrimina
a nadie, afecta a todas las clases, “todos debemos estar unidos y sacrificarnos
para enfrentarla” -nos dicen-, pero es claro que arrasa con más fuerza en las
masas oprimidas cuyas condiciones precarias de vida las hacen más vulnerables.
El Covid-19 ha venido a agravar la ya existente
crisis capitalista, pero será un buen pretexto para que la burguesía pretenda
justificar las medidas antiobreras y antipopulares que necesariamente tendrá
que implantar para salvar sus intereses.
El descalabro del capitalismo es tal que sus crisis
serán cada vez más recurrentes y devastadoras. El Corona virus, se ha encargado
de exponerlo tal como es, es decir, depredador, bárbaro e inhumano. No sólo
muestra la precariedad de la salubridad a nivel mundial, los niveles críticos
en la calidad de vida de centenares de millones de seres humanos, sino y, como
no podía ser de otro modo, cómo la burguesía y sus gobiernos en todo el mundo
priorizan la “estabilidad o recuperación económica” a costa de su población.
Bolivia, obviamente no es la excepción. Ante la
crisis por el Covid-19, los empresarios ya han planteado congelar sueldos y
salarios, postergar pago de créditos e impuestos, suspender pagos sociales a
las AFPs y la caja Nacional de Salud; los industriales se declaran en “asfixia”
económica y piden “flexibilización laboral”; el gobierno acude en su ayuda
metiendo mano a los recursos del fondo de pensiones para ponerlos en manos de
los empresarios a través de la banca privada, etc., etc.
La dura cuarentena extendida hasta el 15 de abril
para tratar de impedir la propagación del virus, ya se hace insoportable para
amplias capas de la población: comerciantes minoristas, artesanos,
transportistas, mendigos, etc. cuya subsistencia depende del día a día. Es acatada
en gran medida por el pánico generado a nivel mundial, pero resistida por esos
sectores que se ganan la vida al día y a los que el energúmeno Arturo Murillo,
Ministro de Gobierno, no se cansa de amenazar para someterlos con el uso de la
fuerza.
La cuarentena, agrava la situación de indefensión
del proletariado y las masas oprimidas en general frente a la autoridad del
gobierno que, no podemos dudar, pretenderá extenderse para la etapa de
aplicación de las medidas antipopulares post crisis de la pandemia.
Está planteado el problema de ¿Quiénes deben cargar
con las consecuencias de la crisis? A la respuesta burguesa hay que oponer la
respuesta proletaria.:¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!
LIBERARNOS DEL CHALECO DE FUERZA QUE REPRESENTA LA
BUROCRACIA SINDICAL SIRVIENTE DE LA BURGUESÍA.
INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SINDICAL FRENTE A LOS
PATRONES, SU GOBIERNO Y SU ESTADO.
OBREROS, CAMPESINOS, OPRIMIDOS DE LAS CIUDADES,
UNIDOS EN DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS, POR PAN, TRABAJO, EDUCACIÓN, SALUD.
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